El pasado miércoles hacía aquí una referencia al acuerdo de las distintas asociaciones de víctimas del terrorismo; hoy tengo acceso al documento íntegro y me parece de lectura imprescindible, sobre todo para tenerlo en cuenta en los días de turbación que se nos avecinan. Parten de que lo acordado pretende ser un conjunto de principios rectores para un modelo de fin de ETA sin impunidad.
Esto es lo que dicen en la introducción:
En primer lugar deseamos mostrar nuestro reconocimiento a todas las víctimas de distintos grupos terroristas que han actuado en España, aunque en este documento nos centraremos en el caso de ETA.
Después de 50 años de terrorismo de ETA, la situación de debilidad que vive la organización terrorista hace suponer que podemos empezar a ver su final, aunque su decadencia puede ser aún larga y causar daño.
La debilidad de la banda no es fruto de la casualidad, sino de la actuación decidida del Estado de Derecho en la lucha antiterrorista, de los acuerdos entre los partidos democráticos, de la colaboración internacional y del hastío mayoritario con la violencia en Euskadi y Navarra, así como el compromiso decidido del resto de España. En consecuencia, es fruto de las políticas de tolerancia cero con el terrorismo y de deslegitimación del mismo puestas en marcha por los gobiernos central y vasco.
La posibilidad real del fin de ETA debe ser manejada, en todo caso, desde los principios que inspiran el Estado de Derecho.
Debe ser manejada, además, desde la perspectiva de que también se juega la fijación o no de los principios de la Verdad, la Memoria, la Justicia y la Dignidad de las víctimas de ETA, tanto de los asesinados, como de los heridos, como de los familiares de todos ellos. Y de toda la sociedad en cuanto que toda ella ha sido atacada por el fanatismo identitario de ETA.
Debemos atrevernos a escribir que los fanáticos de la identidad nacionalista han buscado durante largos años destruir la complejidad de la sociedad vasca y navarra para el cumplimiento de su sueño, mediante complejos mecanismos de control comunitario, adobado con procesos de intenso amedrentamiento y propaganda.
Por todo lo anterior, el futuro político de la sociedad vasca no puede escribirse sobre el proyecto político de ETA, aunque sea sin ETA y sin su violencia, porque de otra forma no habrá verdad en la Memoria, ni Dignidad, ni Justicia para sus víctimas que fueron asesinadas con el objetivo de favorecer la implantación del proyecto político de ETA.
No se trata de arrogarse de competencias ajenas, pero no cabe invocar la razón de estado para eludir un debate público, en su caso, sobre los principios rectores reales que van a regir el modelo del fin de ETA.
Aquí les dejo un acceso al documento completo que publican en la Fundación para la Libertad.
Salud
1 comentario:
Sensato y claro.
Si el proyecto de ETA triunfa aún sin ETA, sería un fracaso de la sociedad de derecho.
Saludos.
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