Con
el subtítulo de ETA y el
nacionalismo vasco radical 1958-2011 escriben los jóvenes historiadores vascos
Gaizka Fernández Soldevilla y Raúl López Romo un libro (Editorial Tecnos) necesario,
yo diría que único en su categoría (la historia de ETA desde la rigurosidad
académica) e imprescindible sobre los largos cincuenta años de existencia de
ETA y el entorno que la hizo posible.
En el título está perfectamente condensado lo que pasó durante ese tiempo en el paraisito que muchos
creen que es este pequeño país vasco. Se ha combinado a la perfección la sangre de los atentados (nada menos que
858 asesinatos de ETA) con la usurpación del sistema democrático los votos y la movilización constante para
impedir el establecimiento de una sociedad normal, las manifestaciones.
Copio de la contraportada: Sangre, votos, manifestaciones versa sobre una cuestión tan candente
como polémica: el pasado reciente de ETA y su entramado civil, la
autodenominada izquierda abertzale.
Desde los años sesenta a nuestros días esta organización terrorista ha condicionado
dramáticamente la vida política, social y económica de España en general y del
País Vasco en particular. Sin embardo todavía hay aspectos de la historia del
nacionalismo radical que resultan desconocidos para la ciudadanía o han sido
tergiversados intencionadamente, de modo especial los referidos a la etapa del tardofranquismo
y la Transición. Durante esos cruciales años ETA y su entorno sociológico
adoptaron la triple estrategia en pro de la independencia de Euskadi que los ha
caracterizado y que da título a la presente obra: sangre (el terrorismo de la
banda), votos (los candidatos de HB, su brazo electoral, que se presentaban a los
sucesivos comicios para dejar luego vacíos los escaños que obtenían) y
manifestaciones (las movilizaciones sociales, que acabaron adueñándose de las
calles del País Vasco). La presente obra relata cómo se ha construido dicha
comunidad incivil, cuáles han sido sus resortes discursivos y movilizadores, y
responde al interrogante de por qué ha prendido la violencia en la Euskadi de
las últimas décadas.
Se trata de un libro que además de contar con una amplísima bibliografía de referencia y documentados
anexos, 63 de sus 403 páginas se dedican a ello, se lee “de un tirón”.
Copio el último párrafo que me parece importante y da
idea de cómo está la cosa
Actualmente la izquierda
abertzale acude, como antes de su
ilegalización, a las elecciones, pero no deja vacíos los escaños que obtiene.
Sigue convocando rutinariamente movilizaciones, pero en ellas ya no clama por
la continuación de la violencia ni se considera que la calle es, frente a las
instituciones, el ámbito privilegiado donde hacer política. Y ha renunciado al
empleo del terrorismo, propugnando medios exclusivamente pacíficos. Es cierto
que en los últimos años, ETA ha declarado treguas que calificó como permanentes
o indefinidas y que, sin embargo, terminaron con nuevos asesinatos. Conviene por tanto,
guardar cautela. La izquierda abertzale no
renuncia (ni tiene por qué) a sus objetivos de siempre: la independencia de
Euskadi y el socialismo. El problema es que las huellas del fanatismo no se
borran de la noche a la mañana: todavía muchos siguen viendo esas metas como
una verdad absoluta. Por tanto, que los
etarras dejen de apretar el gatillo no lo cambia todo inmediatamente. Pero la
relación con ETA ha sido el elemento más diferenciador de ese sector
sociopolítico. De modo que, en caso de confirmarse el abandono de la violencia,
estaríamos ante una transformación fundamental en una de las grandes culturas
políticas de la Euskadi contemporánea. No asistiríamos al final del
nacionalismo vasco radical, pero sí al de una forma de abertzalismo subordinado
a ETA, que durante las últimas décadas ha venido conjugando sangre, votos y
manifestaciones como sus principales formas de acción y señas de identidad.
Todo podía haber
sido diferente.
No dejen pasar la ocasión de leerlo.
6 comentarios:
D. Rubín escribió:
No dejen pasar la ocasión de leerlo.
No lo haré, D. Rubín.
Gracias por su recomendación.
Un abrazo.
Me parece un gran acierto amigo. Se trata de la obra de dos historiadores muy jóvenes pero muy preparados. Los dos son doctores, y en la UPV hay un plantel de historiadores muy pero que muy serios.
Existe una amplísima historiografía sobre el nacionalismo y sobre todo de la primera mitad del siglo XX, pero hasta ahora no había nada, académicamente hablando, sobre ETA y los movimientos de su entorno. Seguro que es una obra que sentará cátedra. No le defraudará.
Menos mal que ha entendido usted el sentido de me comentario, amigo D. Rubín. Tal y como lo escribí, podía perfectamente pensarse que haría lo contrario a lo que usted nos recomendaba: No leer el libro.
Mi sintaxis es cada vez peor. ¡Cachis diez!
Un abrazo.
Es interesante de verdad. No soy un experto pero los capítulos del ecologismo y el feminismo en relacion con el mundo del nacionalismo radical son reflexiones imprescindibles.
Creo que acabará siendo un libro de referencia sobre la historia reciente del Pais Vasco..
Hola Rubín, tengo que sacar tiempo para leer más, el blog de Don Santiago es adictivo, mucho.
Navarth me ha mandado un libro sobre un tema que nos interesa mucho y este que nos presentas tú es muy complementario.
Me encantaría leerlo.
Un abrazo.
Cándido, seguro que no le defrauda.
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