El Sr. Ministro de Fomento, ayer en plena celebración de “o día do polvo”, no me consta que fuese después de saborear también “o ribeiro”, se desprendió con la siguiente declaración que les copio textual de El País: "La paciencia del Ministerio Fomento es infinita, pero se nos está acabando. Estamos dispuestos a negociar mejoras de los tiempos de actividad y descansos, pero no a hacer cosas que vulneren la ley"
Qué gran “conceto” tiene el Sr. Ministro del infinito y qué facilidad para los imposibles.
Menos mal que no han conseguido que los propietarios de Paul el pulpo adivino se lo vendieran al alcalde de O Carballiño, pues se lo hubieran merendado en la fiestuca
País
No hay comentarios:
Publicar un comentario