No sabe uno cómo definir la historia que quiero dejarles aquí. El protagonista la explica como un exceso de celo, pero yo más bien me inclino por considerarla como un exceso de vagancia.
Vean ustedes lo que cuenta El Correo en su edición de hoy y juzguen luego.
El portavoz nacionalista para asuntos de Interior en el parlamento vasco, que ya se descolgó con unas declaraciones mentirosas sobre la desaparición de la bandera del uniforme de los policías, cuando era bien sabido que lo que desaparece es esa e gótica que nadie sabe lo que significa pero que para todos tiene reminiscencias del euskera inventado por Sabino, ya saben aquel en el que iba a publicar sus grandes obras en cuanto le construyeran la tipografía preceptiva, si bien lo que realmente hacía era publicar mientras tanto (toda su vida) en castellano. Bueno el nunca decía en castellano, decía siempre “el de fuera” a pesar de que había sido su lengua materna. Pero en el paisito estamos hechos a eso y a mucho más.
Me iba de la historia inicial. El diputado nacionalista Sr. Martínez, se destapó con una pregunta sobre la privatización de un servicio por el departamento de interior, se hartó de pedir datos y hacer valoraciones sobres las consecuencias de la misma. Por causa de su extrema vagancia (no quiero decir falta de competencia para el puesto en el que nos representa) se encontró con que todo eso que preguntaba estaba ya escrito en el boletín oficial y firmado por el anterior consejero de Interior, una parte antes de las elecciones y lo más importante durante el período de gobierno en funciones que el PNV aprovechó, con una falta de elegancia extrema, para ejecutar la mayoría del presupuesto.
En esas cosas se pasan la vida nuestros representantes, los que se dicen padres de la patria. ¿Cómo es posible que no se estudien los antecedentes de un asunto antes de plantearlos en la cámara?
Nos pretenden explicar la metedura de pata basándose en la súper actividad opositora. No hay excusas posibles para la vagancia cobrando los sueldos que cobran.
País
Vean ustedes lo que cuenta El Correo en su edición de hoy y juzguen luego.
El portavoz nacionalista para asuntos de Interior en el parlamento vasco, que ya se descolgó con unas declaraciones mentirosas sobre la desaparición de la bandera del uniforme de los policías, cuando era bien sabido que lo que desaparece es esa e gótica que nadie sabe lo que significa pero que para todos tiene reminiscencias del euskera inventado por Sabino, ya saben aquel en el que iba a publicar sus grandes obras en cuanto le construyeran la tipografía preceptiva, si bien lo que realmente hacía era publicar mientras tanto (toda su vida) en castellano. Bueno el nunca decía en castellano, decía siempre “el de fuera” a pesar de que había sido su lengua materna. Pero en el paisito estamos hechos a eso y a mucho más.
Me iba de la historia inicial. El diputado nacionalista Sr. Martínez, se destapó con una pregunta sobre la privatización de un servicio por el departamento de interior, se hartó de pedir datos y hacer valoraciones sobres las consecuencias de la misma. Por causa de su extrema vagancia (no quiero decir falta de competencia para el puesto en el que nos representa) se encontró con que todo eso que preguntaba estaba ya escrito en el boletín oficial y firmado por el anterior consejero de Interior, una parte antes de las elecciones y lo más importante durante el período de gobierno en funciones que el PNV aprovechó, con una falta de elegancia extrema, para ejecutar la mayoría del presupuesto.
En esas cosas se pasan la vida nuestros representantes, los que se dicen padres de la patria. ¿Cómo es posible que no se estudien los antecedentes de un asunto antes de plantearlos en la cámara?
Nos pretenden explicar la metedura de pata basándose en la súper actividad opositora. No hay excusas posibles para la vagancia cobrando los sueldos que cobran.
País
No hay comentarios:
Publicar un comentario