Abunda en los medios de comunicación el uso de palabras para llamar a las cosas por el nombre que no son, en frase magnífica de la madre de los Pagazaurtundua.
Es ya un lugar común, con mayor delito ahora que se anda conmemorando los 70 años de la invasión de Polonia, llamar holocausto a cualquier acción de guerra, se habla incluso de terrorismo de género, a líderes sindicales, medio moderados, no les duelen prendas en despacharse con frases del tipo de “terrorismo empresarial”, etc.
De ese modo las palabras no son lo que son, y acabamos relativizándolo todo, es del interés de algunos, pero a la mayoría no nos conviene que se confundan las cosas.
Hasta aquí unos ejemplos ya bien documentados y descritos por importantes teóricos; lo que me lleva a escribir estas líneas es el comunicado firmado por el equipo de gobierno del ayuntamiento de Lequeitio en Vizcaya.
Nos sorprende con que lo acontecido la pasada noche en esa localidad es producto nada menos que de “el 'calentamiento global' que el país ha sufrido durante todo el verano".
El comunicado en sí es una pieza de museo, vean sino las frases que destaca El Correo, y reparen en que en ningún momento se plantean las autoridades personarse como acusación contra los detenidos por esos actos que deploran, simplemente piden, beatíficamente, el esclarecimiento de lo sucedido.
Les pedía el cuerpo decir que la culpa ha sido de la policía por meterse en las fiestas, pero le faltaron los arrestos, y se dedican a una concatenación de lamentos sin condenar expresamente a los autores que están identificados y detenidos.
Hay un párrafo en el que ya sin ambages se ponen en el lugar tan querido por nuestras autoridades nacionalistas y reparten las responsabilidades entre los unos y los otros, poniendo en el mismo plano, una vez más, a los incendiarios y a los bomberos, para concluir con lo que pretenden una cita de autoridad: "batalla campal semejante no había ocurrido nunca en las fiestas de Lekeitio desde tiempos de Franco".
Seguro que en tiempos de Franco no hubo nada semejante, pero ya sabemos cuándo empieza la historia para los nacionalistas.
Una lástima que no apliquen el método analítico de Sabino Arana, lo que les llevaría invariablemente a concluir que quienes provocaron todos esos hechos en las fiestas, no pueden ser vascos, puesto que entre vascos nunca se pasaba de dos tortazos, y desde luego, jamás se hubieran escudado en la noche y en las máscaras.
País
Es ya un lugar común, con mayor delito ahora que se anda conmemorando los 70 años de la invasión de Polonia, llamar holocausto a cualquier acción de guerra, se habla incluso de terrorismo de género, a líderes sindicales, medio moderados, no les duelen prendas en despacharse con frases del tipo de “terrorismo empresarial”, etc.
De ese modo las palabras no son lo que son, y acabamos relativizándolo todo, es del interés de algunos, pero a la mayoría no nos conviene que se confundan las cosas.
Hasta aquí unos ejemplos ya bien documentados y descritos por importantes teóricos; lo que me lleva a escribir estas líneas es el comunicado firmado por el equipo de gobierno del ayuntamiento de Lequeitio en Vizcaya.
Nos sorprende con que lo acontecido la pasada noche en esa localidad es producto nada menos que de “el 'calentamiento global' que el país ha sufrido durante todo el verano".
El comunicado en sí es una pieza de museo, vean sino las frases que destaca El Correo, y reparen en que en ningún momento se plantean las autoridades personarse como acusación contra los detenidos por esos actos que deploran, simplemente piden, beatíficamente, el esclarecimiento de lo sucedido.
Les pedía el cuerpo decir que la culpa ha sido de la policía por meterse en las fiestas, pero le faltaron los arrestos, y se dedican a una concatenación de lamentos sin condenar expresamente a los autores que están identificados y detenidos.
Hay un párrafo en el que ya sin ambages se ponen en el lugar tan querido por nuestras autoridades nacionalistas y reparten las responsabilidades entre los unos y los otros, poniendo en el mismo plano, una vez más, a los incendiarios y a los bomberos, para concluir con lo que pretenden una cita de autoridad: "batalla campal semejante no había ocurrido nunca en las fiestas de Lekeitio desde tiempos de Franco".
Seguro que en tiempos de Franco no hubo nada semejante, pero ya sabemos cuándo empieza la historia para los nacionalistas.
Una lástima que no apliquen el método analítico de Sabino Arana, lo que les llevaría invariablemente a concluir que quienes provocaron todos esos hechos en las fiestas, no pueden ser vascos, puesto que entre vascos nunca se pasaba de dos tortazos, y desde luego, jamás se hubieran escudado en la noche y en las máscaras.
País
2 comentarios:
Ánimo amigo por lo que tienes que aguantar... Gentuza abyecta y con el cerebro bien lavado...
Un abrazo.
La verdad es que estamos demasiado acostumbrados a este tipo de "metáforas". Al menos, no nos van a cerrar la boca para denunciar a estos indoviduos y sus manipulaciones.
Un abrazo.
Publicar un comentario