miércoles, julio 29, 2009

Mendel el de los libros

Una joyita este cuaderno de Acantilado. El gran Stefan Zweig condensa en poco más de 50 páginas una historia mágica, a la vez que da cuenta de la estulticia humana.

Me recordó algún relato de Borges y de Kafka.

Tras aquella frente calcárea, sucia, cubierta por un musgo gris, cada nombre y cada título que se hubieran impreso alguna vez sobre la cubierta de un libro se encontraban, formando parte de una imperceptible comunidad de fantasmas, como acuñados en acero. De cualquier obra que hubiera aparecido lo mismo hacía dos días que doscientos años antes conocía de un golpe el lugar de publicación, el editor, el precio, nuevo o de anticuario. Y de cada libro recordaba, con una precisión infalible, al mismo tiempo la encuadernación, las ilustraciones y las separatas en facsímil.

…..

Pero poco a poco este mundo, desengañado por su propia demencia, sabe que de todas las atrocidades y abusos criminales de esta guerra ninguno ha sido más absurdo, más infundado y, por lo tanto, menos disculpable desde el punto de vista moral que la detención y confinamiento tras alambradas de espino de civiles desprevenidos, muy lejos ya de la edad reglamentaria para prestar servicio en el ejército, personas que durante muchos años habían vivido en un país extranjero como en una patria y que por creer en el derecho de hospitalidad, sagrado hasta para los tungusus y los araucanos, perdieron la oportunidad de escapar a tiempo. Un crimen contra la civilización cometido sin sentido alguno en Francia, en Alemania y en Inglaterra, en cada terruño de esta Europa nuestra que perdió por completo la razón.

No quiero copiar más que una imagen curiosa:

Y tanto me irrité por lo chapucero y caprichoso del aparato retentivo que tengo entre las sienes, que habría podido golpearme la frente con los puños, tal y como se sacude una máquina tragaperras estropeada que, desleal, retiene lo que le pedimos.


Salud

Mendel el de los libros Editorial el Acantilado 2009

2 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

No voy a comentar más la útima hazaña de los "defensores" del paísito...

Sólo reflejar mi emoción por la entrada que reproduces. Es una delicia esta obrita de Zweig. Es una gozada el conjunto de su obra (Impaciencia del corazón, El mundo de ayer,... Carta de una desconocida)

Un maravilloso catálogo el de El Acantilado...

Rubín de Cendoya dijo...

Rogelio, Zweig es, quizás junto con Roth, el mejor escritor europeo del siglo pasado. He leído mucho de lo publicado en el Acantilado y cada nuevo libro me sorprende.

Tengo "en cartera" El Santo Bebedor para disfrutarlo en vacadiones.

Saludos