Viene contando desde hace días la prensa local la caída, creo que en desgracia, de un empresario local del ladrillo.
Quien puso el dinero para que otros dirijan el Athletic, ahora es cuestionado por su pupilo.
La diputación que le contrató casi todas sus obras desde hace años ahora le desprecia. Dice el hombre que el Sr. Diputado General le persigue, por si acaso muchos de sus socios han corrido a ponerse a cubierto entre los biempensantes y a exculpar al político.
Parece que nos debe a las vizcaínos 43 millones de IVA. Cuando nos cuenten todo lo que deben otros y lo que les transigen, será escándalo mayúsculo entre los paganos; ¡y nos reclaman el euro mal sumado en la renta!.
Con su nombre tuneado, Jabyer, progresó entre los mandamases nacionalistas, ahora le arrinconan. Querer ser más que Arzallus en el cambio de Javier, cuando el pecado estaba en el Fernández, conlleva que un Bilbao no le respete.
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