Atracción fatal

Dice el consejero de interior del gobierno de aquí que debemos recuperar para la democracia a los que han estado en el totalitarismo.

Lo dice en una entrevista que publica El Correo en su edición de hoy y que en internet sólo está accesible mediante la compra del ejemplar en la plataforma “Kiosko y más”.  No se la puedo enlazar, así que fíense del titular, leyéndola en papel no dice cosas mucho más sustanciales.

Llevamos en el paisito la intemerata acercándonos a los totalitarios y sólo hemos conseguido hacer cada día políticas totalitarias. Ya me dirán qué ha sido finalmente todo el proceso acelerado de transferencias desde la época de UCD o incluso antes, aquellas concesiones constitucionales para “atraerles”. Siempre el mismo resultado, la pura insaciabilidad nacionalista, y el considerar derechos a las concesiones más variopintas.

Está demostrado empíricamente que es mejor más palo y menos zanahoria, pero nuestros políticos parecen no querer enterarse. Ahora el responsable de la policía dice que debemos hacer no se sabe bien qué cabriolas para que los totalitarios se hagan demócratas. Los totalitarios saben bien lo que es la democracia, sólo les falta decisión para ponerse a ello, y esa decisión llegará antes si notan el frío que hace fuera, no si se le van dando concesiones para que sean buenos.

Habla también el Sr. Consejero D. Rodolfo Ares de la bisoñez del PP y de una futura entrevista con el Sr. Ministro del Interior en la que fía el acercamiento de los presos y la puesta en libertad de muchos. Menos mal que el Ministro acaba de fichar un asesor de lujo, Rogelio Alonso, probablemente la persona que más sabe de negociación con el terrorismo y de las consecuencias funestas de una negociación mal llevada, tal como nos pasó en el año 2006 y que tan funestas consecuencias acarreó para la necesaria victoria sobre los totalitarios.

Esperemos que el Sr. Rodolfo esté equivocado una vez más y que sean los totalitarios los que se avengan a la democracia sin que los demócratas les tengamos que atraer con nada.