Van ganando

Lo dice ETA en su comunicado, han tenido unos estupendos resultados electorales. Se suponen ahora despejadas las dudas de quién es Bildu y al servicio de quién está.

Lo malo realmente es que se van cumpliendo las predicciones más pesimistas y se demuestra que algo está negociando alguien en la más absoluta oscuridad.

Ahora es el momento de los hipócritas, de decir que ese comunicado no es el esperado y que Bildu debe rechazar a ETA. ¿Cómo es posible tamaña incuria?

Ayer se cumplían 14 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco, y ETA celebró con ese comunicado su victoria sobre una reacción popular fagocitada por el PNV y otros partidos colaboradores y que al final consiguieron salvarse ente una marea popular que amenazaba con llevarles por delante.

Miguel Ángel fue una víctima más de las 858 asesinadas por ETA y es deber de todo demócrata conseguir que sean inútiles para la causa por la que les asesinaron: imponer una idea totalitaria sobre la libre voluntad de los ciudadanos.

Hoy también se cumplen años de otro asesinato, un policía nacional que trabajaba de conductor; vivía en Sopelana desde hacía apenas un año cuando le tirotearon a la salida del tren al ir a su casa tras trabajar de chófer en el turno de noche. Miguel Francisco García San Miguel, tenía 27 años estaba casado y era padre de una niña de escasos meses. Desde el día 13 de Julio de 1983 hubo en Sopelana cuatro alcaldes del PNV y ninguno tuvo tiempo de dedicarle un mínimo recuerdo. Esa desidia la ha pagado ahora el PNV al perder la alcaldía a manos de los que nunca han querido ni lamentar los asesinatos de ETA.

Traigo un argumento de autoridad escrito antes de conocerse el comunicado de ETA. Emilio Guevara (un michelín en palabras de Arzallus) decía en Tiempo de claridad (El país 10/07/2011) algo tan interesante como esto: El verdadero mal radica en la herencia de ETA: la forma en que ha pervertido el sistema de valores en Euskadi, el mantenimiento de unos fines independentistas incompatibles con el pluralismo de esta sociedad, la manipulación del lenguaje y el uso de una simbología al servicio de un proyecto totalitario, impuesto y excluyente. Pero esta herencia tampoco existiría si no fuera porque coincide con la simbología, los mitos, el lenguaje y los fines del nacionalismo. Yo sí creo que al nacionalismo, y dentro del mismo a los que se consideran patriotas de izquierda, le estorba hoy ETA, no por un escrúpulo moral o por convicción democrática, sino porque han percibido que sin ETA pueden acumular su fuerza para conducirnos a una Euskadi independiente y euskaldún. Por eso hablan ahora de paz, pero olvidan lo más importante: la libertad de todos los individuos.

Salud